jueves, 29 de noviembre de 2007

Escrito por una colegiala:



Unos dicen que te alegra el día, otros que ¿por qué no te callas?

Los niños la hacen sonar, al principio, no con muchas brillanteces. Y es que en realidad, a los niños ya desde pequeños les hacemos creer que tocar la flauta es… ser un héroe. Porque, ¿a quién no le han contado de pequeño alguna vez el cuento del flautista de Hamelín? Claro, con esos ejemplos, de pequeños pensamos que cuanto más fuerte sonemos el instrumento ¡de más plagas de ratas libraremos al mundo entero!
Unos, más mayores, sueñan con irse con la flauta y la guitarra al retiro a matar la tarde, y con lo que se saquen a matar el hambre.
Otros son más creativos. La usan a modo de sirena de una ambulancia. Que recorre de un lado para otro los rincones de su casa en busca de los enfermos del cuarto de al lado.
Y alguno que otro, se le habrá ocurrido alguna vez esconder ese cilindro de madera que le provoca cierto dolor en la cabeza.
De todas formas la flauta siempre será flauta de pico, flauta dulce, de digitación alemana o directa; con una sonrisa en la boca o… ¿por qué no te callas?

1 comentario:

Anónimo dijo...

me parece chupi pilongui todo lo que cuentas de la flauta pero...no entiendo de que me estas hablando. me lo puedes explicar.