domingo, 3 de febrero de 2008

Un complicado plan, para tiempos de exámenes

Sábado bastante completo. Estudio a tope (que seguimos de exámenes) con un parón después de comer y un breve coloquio en el que Begoña, que ha vivido varios años en Roma, nos ha contado cosas del arte y la cultura de esta ciudad. A las 7 -como todos los sábados- un rato de oración -o meditación-dirigido por el capellán del colegio mayor y después de cenar, para que las neuronas descansaran, se ha proyectado una película: Un plan brillante. La prueba de que los exámenes hacen estragos es que avezadas estudiantes de ingeniería no entendían como Michael Caine había conseguido robar los diamantes. Cosas del cine.

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